martes, 27 de noviembre de 2012

Revolution needs a "revolution"



Vivíamos en un mundo de electricidad, dependíamos de ella para todo. Entonces comenzaron a emitir en NBC una serie de televisión, una serie que nos haría reflexionar sobre todo lo que ocurriría si perdiéramos esa electricidad, Revolution… Bien pues no lo ha conseguido.
 

Revolution, una de las series que iban a causar sensación esta temporada y que iba a suponer una “revolución” (siento los juegos de palabras fáciles pero sin no los hago yo ¿Quién iba a hacerlos?) en el panorama seriéfilo actual. J. J. Abrams nos sorprendía con lo que parecía una nueva gallina de los huevos de oro que tanto críticos como admiradores del director/productor nos moríamos por ver.


A la moda de los mundos postapocalípticos creada por The Walking Dead se sumaba un nuevo contrincante que parecía dispuesto a comerse el mundo. Con unos primeros capítulos muy aceptables, un buen guión y puesta en escena, Revolution adquirió rápidamente la fama que se esperaba de ella. Rápidamente los ecos de renovación asolaron los blogs de series de medio mundo y todo el mundo parecía contento. Sin embargo, ya fuese por esta renovación o por el “espíritu Disney” que en ocasiones posee a los productores, da la sensación de que trataron de forzar demasiado a la gallina de Abrams. Poco a poco y sin que nadie se diera cuenta, Revolution fue transformando su temática de thriller lineal a un procedimental de los de toda la vida, en el que los personajes iban recorriendo un mundo sumido en la oscuridad ayudando a todo hijo de vecino que tuviera problemas con la Milicia Monroe al puro estilo Robin Hood, siguiendo apenas la trama principal.

Acabado ya el primer tramo de la serie habiéndose emitido anoche el episodio número nueve de su primera temporada, episodio con el que comienza el parón hasta 2013, todo parece indicar que la serie necesita un lavado de cara importante.

En lo que se refiere a los actores, encontramos un grupo bastante homogéneo en el que ninguno opta a grandes aclamaciones por parte de crítica o público, pero que mantienen la compostura en todo momento. Destacan Billy Burke y Tracy Spiridakos como protagonistas. Si bien la gráfica de calidad de interpretación de la señorita Spiridakos parece una montaña rusa, da la sensación de que comienza a tener una mejoría capítulo a capítulo más constante. Los secundarios mantienen el nivel de los protagonistas también, pero sin destacar en exceso.
 

  

Uno de los mayores problemas que hemos observado en Revolution, salta a la vista en el momento en que tratamos de compararla a la otra serie postapocalíptica del momento: The Walking Dead. No encontramos en Revolution esa profundidad de personajes que si que parecía asomar brevemente en sus primeros episodios) en relación al mundo que acaban de perder. Sin bien esto podría achacarse a los quince años que pasan desde el “apagón”, tampoco encontramos una construcción del mundo creado en esos quince años.

Por otro lado, hemos de destacar a los “villanos” de la trama, que no consigue en ningún momento causarnos excesivo nerviosismo, tratándose de personajes a los que encontramos más perdidos aún que a los protagonistas. Si bien hay que destacar el papel de Giancarlo Esposito como el Capitán Tom Neville.
Es por ello, que una de las grandes promesas de la temporada se ha convertido en una serie de aventuras/acción corriente sin nada a destacar. Sin embargo, teniendo en cuenta los dos últimos episodios antes del parón y las posibilidades del guión, así como la naturaleza de exitosa de Abrams; continuaremos manteniendo nuestra fe en esta serie en vistas a su arranque en 2013.

Faltan osos polares aquí…