Cuando
escuchamos el nombre “New York Knicks” asociamos rápidamente el baloncesto con
el glamour que da la Gran Manzana. Noche tras noche, se encienden las luces de
un Madison Square Garden repleto de aficionados en busca del mejor baloncesto
del planeta. Siempre se ha conocido que la pista neoyorquina era la que te
hacía pasar de buen jugador a superestrella, si triunfabas ahí, podías hacerlo
en cualquier lado. Sin embargo, con una mayor asiduidad, en los últimos tiempos
no eran jugadores locales los que encontraban su madurez en ese lugar sino
estrellas foráneas. Kobe Bryant, Lebron James, Dwayne Wade y muchas otras
figuras han tenido grandes actuaciones que los han consagrado en la mejor liga
de baloncesto del mundo, la NBA.