En los días previos del comienzo tanto de la liga ACB como de la máxima competición europea, la Euroliga, nos encontramos con la resolución de uno de los culebrones de los últimos meses, el reparto de los derechos televisivos del baloncesto.
A pesar de que durante el verano no hemos parado de escuchar noticias sobre el reparto de derechos en el fútbol, no hay que olvidar que en baloncesto ha ocurrido algo similar. La diferencia es que en esta negociación, el único damnificado ha sido la propia competición en vez de las televisiones.
Pongámonos en situación, hará unos cuantos años, no demasiados, veíamos como TVE a través de su segundo canal, La2, emitía un partido semanal junto con su previo. Además, todos los lunes teníamos el programa resumen Zona ACB presentado por el entonces narrador de TVE, Pedro Barthe. Junto a esto, los principales partidos de Euroliga así como la Copa del Rey al completo también eran emitidos, en ocasiones incluso por su primer canal, en un signo de clara apuesta por el segundo deporte nacional.
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| Pedro Barthe |
Una sola temporada después, los mandamases de la cadena de Sogecable decidieron que la inversión no había dado los frutos que esperaban y comenzó el maltrato, emisión de los partidos de la forma más barata posible, menos minutos de previos y eliminación de los resúmenes semanales. Así hasta que finalizó su contrato cuatro años después.
En 2003, TVE recupera los derechos con un propósito, recuperar el público perdido para el que el baloncesto había “desaparecido” durante cuatro años. Y viendo en lo que se ha convertido la cobertura baloncestística actual, da la impresión de que ya no existe ese propósito. Durante las últimas temporadas, los aficionados al basket han tenido que ver como cualquier atisbo de emisión se hundía en el “vertedero” deportivo de TVE, Teledeporte. Es comprensible y normal que teniendo un canal temático, lo utilicen para la emisión de según que ciertos deportes, lo que no pueden pretender es vender la idea de que el baloncesto en televisión no funciona y da poca audiencia cuando teniendo un canal principal prefieres la emisión de películas repetidas hasta la saciedad en vez de baloncesto de elite. Ahora eso sí, si hay cualquier partido de futbol del cual TVE tenga derechos, sea el día que sea, previo, partido y post-partido, sin problema alguno.
Pero llegó este verano y con él, los Juegos Olímpicos, TVE en una inversión de beneficio asegurado se hizo con los derechos de la gira de partidos amistosos de la selección, y a partir de ahí, el baloncesto había vuelto a la televisión pública. Espacio en los telediarios, previos de más de treinta minutos y emisión en su canal de alta definición. Parecía que TVE pretendía impulsar el baloncesto nacional usando de “teloneros” a la selección y sus estrellas, pero nada más allá de la realidad.
Con el contrato de los derechos de televisión expirados tanto de ACB como de Euroliga se avecinaba un verano de tensas negociaciones. Con varias cadenas interesadas en un principio, los presagios de la ACB no eran malos, podrían obtener unos ingresos aceptables en esta época que además ayudarían a los equipos cuyos patrocinadores van y vienen sin dar una seguridad necesaria para mantener un equipo de éste calibre.
Pasaba el tiempo y nadie parecía dar un paso adelante en las negociaciones, poco a poco, las cadenas que habían mostrado un primer interés se iban retirando de la puja dejando un solo interesado, TVE.
La ACB se encontró en el peor escenario posible, un solo interesado que además no pretende llegar ni por asomo a las cifras esperadas. El tiempo pasaba y las prisas llegaban al núcleo de la competición.
Y así ha ocurrido, finalmente en un acto de desesperación de la propia ACB por el inminente comienzo de la competición acepta un trato cuanto menos reprobable.
Los datos en los que se basa el acuerdo son a grandes rasgos los siguientes:
- Un partido por La1 el domingo a las 19:00h y otro por Teledeporte el sábado.
- TVE no paga por los derechos a cambio de que la ACB explote los patrocinios.
- TVE paga 500.000€ por la Copa del Rey, producto que la ACB pretendía vender más adelante por separado al mejor postor vistos los grandes datos de audiencia obtenidos en anteriores ediciones.
Cerrado el acuerdo por la ACB, TVE se dispone a negociar la renovación de la Euroliga. Hasta el momento, TVE emitía, como no, a través de Teledeporte un partido el miércoles y otro el jueves en directo, y los restantes en diferido. Algunas autonómicas, más concretamente, Canal Sur, TV3 y ETB poseían derechos también. Cabe tener en cuenta que para que un equipo obtenga la Licencia A (licencia que emite la Euroliga por la cual un equipo tiene asegurada su plaza durante tres años sea cual sea su clasificación en la competición doméstica) debe llevar consigo una televisión dispuesta a emitir sus partidos en riguroso directo. FC Barcelona, Caja Laboral y Unicaja eran estos equipos y por ello las cadenas autonómicas de su región tenían derechos. El Real Madrid no tenía autonómica pues todos sus partidos eran emitidos por TVE.
La Euroliga a diferencia de la ACB, no está dispuesta a regalar sus derechos y sigue esperando hasta última hora un comprador para su competición. Resulta extraño pensar que ninguna cadena nacional esté dispuesta a comprar a un módico precio los derechos de la máxima competición continental, pero sin embargo, esa es la situación en la que nos encontramos. A una semana del comienzo de la competición y sin conocer quién será el encargado de llevarla hasta nuestros hogares. En cuanto a las autonómicas, ETB y TV3 sí que han renovado ya su acuerdo, al contrario que Canal Sur que ha proclamado públicamente que no piensa invertir más en derechos televisivos de baloncesto, por lo que hace peligrar también la Licencia A para Unicaja.
Así pues, en estos últimos días una cosa ha quedado bastante clara, en verano a todos nos encanta el baloncesto y vemos todos los partidos pero llega septiembre y nadie ni lo conoce ni lo pretende.
