Cada cierto tiempo, países que no acostumbran a ocupar
posiciones de elite en grandes competiciones generan un grupo de jugadores
capaz de ilusionar a la afición e incluso a simples seguidores extranjeros, sin olvidar, a
ojeadores de grandes clubes que no suelen dejar escapar las opciones de hacerse
con los servicios de jóvenes que empiezan a despuntar en el panorama
internacional.
Sin retroceder demasiado, recordamos a la República
Checa de finales de los 90, a la Dinamarca campeona de Europa de 1992 o incluso
la Croacia de 1998. Selecciones que junto a jugadores ya consolidados
encontraban a jóvenes estrellas que les ayudaban a dar el salto de calidad
necesario para colocarlos en la elite. En esta misma situación prácticamente,
podemos encontrar a Bélgica. Un equipo que lleva ya varios años apostando por
un bloque similar en el que la media de edad apenas supera los 25 años y que
sus jugadores llevan ya tiempo abriéndose paso por los mejores clubes europeos.
Los más jóvenes aún tenemos en nuestras retinas a
aquella generación de finales de los 80 y principios de los 90 en la que
Bélgica era uno de los rivales más incomodos que te podías encontrar. El
peculiar Preud’homme en la portería, Enzo Scifo y el ahora encargado de esta
nueva camada, Marc Wilmots eran los principales baluartes de aquella
generación. Sin embargo, viendo los nombres que componen la selección en la
actualidad, podemos empezar a pensar que superarán a sus antecesores y que
quizás logren darle a su país éxitos nunca antes obtenidos.
Wilmots, actual seleccionador belga |
Si bien es cierto que este mismo bloque lleva cosechando
eliminaciones prematuras en las fases de clasificación tanto de Eurocopas como
de Mundiales, no es hasta ahora que quizás se les exija algo más. Los malos
resultados de anteriores generaciones les han hecho estar en bombos de equipos
no favoritos en los sorteos, por lo que las clasificaciones pasaban por
eliminar a grandes selecciones, cosa que viendo la juventud del equipo se
antojaba difícil. Sin embargo, en 2012, y con la vista puesta en el Mundial de
Brasil de 2014, una luz de esperanza aparece entre todos los aficionados
belgas. La mayoría de los componentes de la selección han alcanzado la madurez futbolística,
han pasado de ser jóvenes promesas a estrellas consolidadas en equipos
punteros. En esta situación tenemos a Hazard, recién fichado por el Chelsea.
Dembélé es una pieza fundamental en el Tottenham, Fellaini en el Everton. Por
Witsel se han pagado 40 millones de euros para que desembarcara en el Zenit de
San Petersburgo y así podríamos hablar de casi todos los jugadores.
Otro punto a favor es el grupo, la benevolencia del
sorteo les ha hecho quedar encuadrados con Serbia, Croacia, Gales, Escocia y
Macedonia. Un grupo a priori bastante igualado en el que el paso a la repesca o
incluso la clasificación directa al Mundial no son ninguna utopía.
Hablando por posiciones y empezando por la portería nos
encontramos con Courtois. El jovencísimo portero de tan solo 20 años es propiedad
del Chelsea que lo sacó del Genk para colocarlo en el Atlético de Madrid cedido
para que obtuviera la experiencia necesaria para ser el sustituto del
incombustible Cech a cargo de la portería de los “blues”.
Eden Hazard |
En defensa quizás existe uno de los mayores problemas a
solucionar, la falta de un lateral izquierdo competitivo. Esto sumado a la
calidad de sus centrales, hace que Wilmots tenga que situar a uno de ellos en
el flanco izquierdo. Titulares son Vertonghen, fichado este verano por el
Tottenham, Vermaelen y Kompany asentados en Arsenal y Manchester City
respectivamente, y sin olvidarnos de Alderweireld que se encuentra jugando la
Eredivise con el Ajax pero del que no dudamos que no tardará en dar el salto a
un equipo de mayor entidad. En la banda derecha Gillet es un fijo, a sus 28
años es uno de los jugadores encargados de ofrecer el balance entre experiencia
y juventud necesario.
En el centro del campo es donde aparecen los mayores
talentos de este equipo, aquí es donde se puede diferenciar a un equipo
aspirante a una eterna promesa. Son tantos los jugadores de nivel que Marc
Wilmots puede permitirse el lujo de rotar según el estado de forma. Los Witsel,
Fellaini, Dembélé y Hazard de los que hemos hablado antes se encuentran
acompañados por Mirallas, aterrizado este verano en el Everton, De Bruyne, otro
joven fichado por el Chelsea y que ha optado por irse cedido al Werder Bremen
en busca de minutos. Defour, que a sus 24 años, son muchas ya las temporadas en
las que se baraja su nombre para un equipo grande, ahora mismo se encuentra en
el Oporto donde aún no termina de tener la regularidad necesaria, sin embargo
sigue siendo la manija de esta selección belga y por el que pasan todas las
jugadas de ataque.
En la delantera no son tantas las opciones, sin embargo,
el esquema de juego que suele utilizar Wilmots de un solo punta con tres
jugadores creativos por detrás con mucha movilidad hace que Mertens, jugador
del PSV y Lukaku sean más que suficientes. Este último jugador, Lukaku lleva también
varios años en el punto de mira de varios equipos, finalmente, el Chelsea fue
el que se llevó el gato al agua y que ha decidido cederlo al West Bromwich
Albion durante esta temporada para terminar de cuajarlo y que se forme el
jugador que todo el mundo espera que pueda ser.
Once tipo de Bélgica |
Estos son los principales estiletes de la selección
belga, pero también aparecen nombres algo menos conocidos pero que hacen de
este equipo un serio aspirante a colarse en la próxima cita mundialista.
Lombaerts, Simons, De Camargo, Van Buyten, Benteke…
Ya solo nos queda esperar y ver si realmente son
capaces de superar ese escalón y estar al nivel de los grandes de Europa o se
quedarán a las puertas, de momento, una victoria en Gales y un empate en casa
contra Croacia es lo que acumulan, las dos siguientes jornadas donde se
enfrentarán a Serbia y Escocia probablemente marquen su devenir.